Universidad
Alfonso Reyes.
Desarrollo
infantil II
Nombre:
Stephanie Martinez Silva.
Matricula:
3288
Fecha:
17/07/2013
Maestro(a):
Lic. Karla Cruz Rodriguez
Desarrollo del lenguaje.
ETAPAS DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE:
Etapa pre-lingüística: Denominada también como la
etapa pre verbal comprende los primeros 10 a 12 meses de edad. Se caracteriza
por la expresión buco-fonatoria que de por sí apenas tiene un valor
comunicativo. Otros la consideran como la etapa del nivel fónico puro, debido a
que el infante emite sólo sonidos onomatopéyicos.
Del nacimiento al mes y dos meses de edad: Desde
que nace hasta más o menos, el final, del primer mes, la única expresión que se
oye del bebé es el llanto, que es la primera manifestación sonora puramente
mecánica o refleja y, como tal, indiferenciada en cuanto al tono, sea cual
fuere la razón de su estado. Con el
llanto, el bebé pone en funcionamiento el aparato fonador, permitiéndole
también la necesaria oxigenación de la sangre y el establecimiento de la
respiración normal.
De tres a cuatro meses de edad: a esta edad ya distingue entre los sonidos:
pa, ma, ba, ga. Sus vocalizaciones ya pueden mostrar alegría; sus
manifestaciones de placer las expresa mediante consonantes guturales
"ga.ga", "gu.gu", "ja.ja", mientras que su
displacer mediante consonantes nasalizadas como "nga",
"nga".
De cinco a seis meses de edad: el balbuceo o primer
intento de comunicación que apareció alrededor de los tres meses de edad, se
extiende hasta el octavo o noveno mes, progresando en el quinto y sexto mes
hacia aquello que se denomina "imitación de sonidos". Esto comienza
en forma de autoimitaciones de los sonidos que el mismo niño produce (reacción
circular). Más tarde empieza a repetir sonidos que el adulto u otro niño
produce.
De los siete a los ocho meses de edad: hasta
los 6 ó 7 meses el niño se encuentra como "polarizado", vigilante y
pendiente del adulto. Pero, el mismo niño que inició el contacto con el adulto
mediante señales de llamada (gestos), cambia notablemente a partir de los 7 u 8
meses debido al desarrollo de sus habilidades motoras y posturales,
"abandonando" un poco al adulto, iniciando su autoafirmación, basado
en los logros que obtiene con su nueva capacidad exploratoria, tanto en su
propio cuerpo como en los elementos próximos a su entorno.
De los nueve a los diez meses de edad en esta edad el niño manifiesta
comportamientos claramente intencionados y, por tanto, inteligentes. La
incorporación de los músculos accesorios del habla y de la masticación aumenta
la destreza de la lengua y de los labios, favoreciendo la vocalización
articulada. El niño
muestra especial interés por imitar gestos y sonidos y por comunicarse, lo cual
le induce a aprender rápidamente el lenguaje. Esto hace que se entregue a
repeticiones espontáneas que suelen ser reforzadas por los padres, quienes
también imitan y repiten varias veces con él.
De los once a doce meses de edad el niño de 11 meses cuenta en
su repertorio lingüístico con más de cinco palabras. En esta edad el niño
emplea idénticas palabras que el adulto, pero no les atribuye el mismo
significado. Sin embargo, a medida que va progresando en este proceso, los
significados que va atribuyendo a las palabras se van aproximando a los
significados atribuidos por el adulto.
Etapa lingüística: este período se inicia con la
expresión de la primera palabra, a la que se le otorga una legítima importancia
como el primer anuncio del lenguaje cargado de un propósito de comunicación.
Sin embargo, no se puede decir con precisión cuándo comienza,
cuándo este anuncio del lenguaje se precisa y confirma, cuándo se puede hablar
de la "primera palabra". Por eso la fecha de su aparición está
diversamente fijada, ya que los estudios al respecto se basan mayormente en las
informaciones que dan las madres.
Hay que señalar, además, que las niñas son las que empiezan a
hablar un poco antes que los niños. Por otro lado, aparte del sexo, tomando
como referencia las peculiaridades individuales, un niño puede demorarse más
que otros en una etapa y pasar rápidamente por otra, condicionando la aparición
de la primera palabra en los niños en cronologías distintas.
De los doce a los catorce meses de edad: Durante el primer año de vida
el niño ha ido estableciendo toda una red de comunicación gestual, vocal y
verbal con la familia. Entre los 13 y 14 meses, el niño inicia la conocida
etapa "holofrástica" (palabra-frase), en la que emite frases de una
sola palabra o elementos con varios significados. Por ejemplo, la palabra
"abe" (abrir) lo utiliza para expresar diferentes acciones: Abre la puerta, Pela la naranja, Pon a un lado las cosas para.
De los quince a los dieciocho meses de
edad: A los
15 ó 16 meses el niño se encuentra en plena etapa holofrástica (palabra-frase).
Dentro de su repertorio léxico cuenta con 5 a 15 ó 20 palabras, y cada vez
demostrará mayor incremento en su vocabulario por medio de las inflexiones de
su voz al querer identificar algo.
De los dieciocho a veinticuatro meses de
edad: entre los 18 y 24 meses, la mayoría de los niños cuentan con un
vocabulario mayor a 50 palabras, pasando a combinar 2 a 3 palabras en una
frase, dándose inicio al habla "sintáctica"; es decir, el niño
comienza a articular palabras en frases y oraciones simples. En sus
expresiones verbales utilizan sustantivos (nombres), verbos (acciones) y
calificadores (adjetivos y adverbios).
De los
dos a los tres años de edad: el niño
en sus expresiones verbales ya emplea verbos auxiliares "haber" y
"ser" y da cierta prevalencia al artículo determinado. En el curso de
esta edad comienza a utilizar las proposiciones y el niño ya tiene un lenguaje
comprensible, incluso para personas ajenas a la familia.
De
cuatro a los cinco años de edad: a los cuatro años de edad el niño domina virtualmente la
gramática, pero comienza a expresarse de acuerdo a un estilo "retórico
propio", tal como Einsenson señala. El niño empieza a utilizar los pronombre en el siguiente orden:
Yo, Tú, Él, Ella, Nosotros-as, Ustedes; contando con un vocabulario de 1,500
palabras y a los cinco años, 2,300
palabras aproximadamente.
De los seis a los siete años de edad: a esta edad se inicia la etapa escolar, en la cual el niño
manifiesta una madurez neuropsicológica para el aprendizaje y un lenguaje cada
vez más abstracto.
Debido al dominio del lenguaje el niño puede percibir distintas
unidades lingüísticas dentro de una lectura o discurso, percibiéndolo como un
todo.
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